lunes, 7 de septiembre de 2009

LOS BOMBILLOS







Thomas Alva Edison

fue un importante empresario y un prolífico inventor que patentó más de mil inventos (durante su vida adulta un invento cada quince días) y contribuyó a darle, tanto a Estados Unidos como a Europa, los perfiles tecnológicos del mundo contemporáneo: las industrias eléctricas, un sistema telefónico viable, el fonógrafo, las películas, etc.

(Milán, 1847 - West Orange, 1931) Inventor norteamericano, el más genial de la era moderna. Su madre logró despertar la inteligencia del joven Edison, que era alérgico a la monotonía de la escuela. El milagro se produjo tras la lectura de un libro que ella le proporcionó titulado Escuela de Filosofía Natural, de Richard Green Parker; tal fue su fascinación que quiso realizar por sí mismo todos los experimentos y comprobar todas las teorías que contenía. Ayudado por su madre, instaló en el sótano de su casa un pequeño laboratorio convencido de que iba a ser inventor.

Bombillo: cómo funciona...

En esencia, el funciona miento de un bombillo es tan sencillo como hacer clic para apagarlo: La electricidad hace arder un delgado filamento metálico que dura mucho tiempo sin consumirse o "quemarse", ya que se encuentra sellado al vacío (es decir, sin oxígeno que lo consuma), dentro de un vidrio que casi siempre tiene forma de pera.

Él patentó más de mil invenciones y edificó la primera fábrica de inventos. Se trataba, de un edificio creado especialmente para "inventar inventos" y ponerlos a funcionar.

Bombillo: cómo funciona...

En esencia, el funcionamiento de un bombillo es tan sencillo como hacer clic para apagarlo: La electricidad hace arder un delgado filamento metálico que dura mucho tiempo sin consumirse o "quemarse", ya que se encuentra sellado al vacío (es decir, sin oxígeno que lo consuma), dentro de un vidrio que casi siempre tiene forma de pera.
Edison intentó con más de seis mil vegetales distintos, gastó más de cuarenta mil dólares y efectuó mil doscientos experimentos¡ Pero vaya que valió la pena! Finalmente, Edison tuvo éxito, y uno de sus bombillos se mantuvo encendido dos días seguidos.

Este "primer bombillo" utilizaba una ramita de algodón quemada, de la misma forma que se quema el algodón luego de cada cosecha. En poco tiempo se sustituyó la ramita de algodón por filamentos metálicos y, poco a poco, a medida que la electricidad llegaba a las ciudades, llegaba también esta luz mágica, brillante y maravillosa.

Le correspondió a Thomas Alva Edison inventar el bombillo. Pero no fue nada sencillo. Después de dos años de intentar esta luz limpia, duradera y de bajo costo; finalmente Edison y su equipo lo consiguieron. Entretanto, este científico mandó a buscar en las junglas amazónicas, en Japón y en otros sitios lejanos, el apropiado "filamento" que pudiera durar mucho tiempo encendido sin quemarse.

Todo comenzó en julio de 1878, cuando Edison fue incluido en el grupo de personalidades, que viajó a la población de Wyoming, Estados Unidos, para ver un eclipse solar. Finalizado el evento astronómico, el inquieto científico se fue de pesca a un hermoso remanso llamado Lago Battle.

Según esta historia, a Edison se le rompió el bambú de pesca. Sin embargo, lo guardó y horas más tarde aún lo tenía en el campamento. Allí lo puso a arder en la fogata y notó que la fibra del bambú demoraba muchísimo tiempo encendida, sin terminarse.

El evento supuestamente inspiró a Edison, a buscar la manera de hacer que un estambre encendiera o se prendiera por largo tiempo sin apagarse. Esto de encontrar la fórmula de una luz que nunca se apague, dio paso entonces a los experimentos a través de los cuales, el incansable inventor y su equipo de colaboradores llegaron hasta el bombillo que hoy todos usamos esos eventos de la vida marcan historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario